¿Cuáles serán nuestros impulsores evolutivos? creemos que cada persona va encontrando los suyos; y los refleja en el estilo de vida, en la generación del bienestar, en la forma de relacionarse con las personas, los animales, el planeta, etcétera; así como consigo misma, su auto cuidado y trato amoroso.
Esos impulsores evolutivos son elecciones, se construyen y sostienen desde el actuar cotidiano, requieren tiempo, atención, perseverancia. Estamos en un momento en que ocurren descuidos importantes, que se pueden ver desde los problemas de salud hasta las enormes huellas de carbono causadas por las emisiones de transporte.
Desde el inicio de la pandemia, se recrudeció el sedentarismo y esta costando esfuerzo transformar ésta situación que repercute en todas las edades. Niños y jóvenes más expuestos a las pantallas, con espacios reducidos para el movimiento y el juego libre, disfrutando con amigos y compañeros de forma presencial, adultos trabajando cada vez más horas sentados frente a las pantallas, adultos mayores que se quedan en casa sin guía ni acompañamiento para la activación física suficiente.
La interacción con nosotros mismos y los demás, impacta en todos nuestros sistemas, tiene repercusiones importantes en nuestro estado de ánimo, en la actitud con la que nos posicionamos ante los retos, la energía que tenemos a lo largo del día.
La actividad física adecuada contribuye de manera fundamental en la reversión de enfermedades asociadas al estilo de vida y ¡sí! es de suma utilidad para prevenirlas.
Se han realizado estudios en los cuales se ha demostrado que la actividad física vigorosa, pero no extenuante, en adolescentes con diabetes tipo 2 ha mejorado los niveles de glucosa en sangre a largo plazo. Y también tiene impacto positivo en la salud cardiovascular.
La alimentación basada en plantas, variada, balanceada, de preparación «manual», es otro pilar del estilo de vida revitalizante, por ejemplo, a fibra dietética de las frutas, de los vegetales, de las lentejas, los frijoles, el arroz integral, el maíz criollo, etc; tienen profundos efectos benéficos ante las alergias, las enfermedades autoinmunes, la inflamación crónica, el cáncer.
Un estilo de vida saludable si bien no garantiza la salud, sí aleja multitud de enfermedades. Algo que puede ser tan cotidiano como un buen descanso, hacer de forma regular aquello que se nos da muy fácil y nos gusta mucho, compartir experiencias con personas afines; repercute de manera directa en la salud.
Te invitamos a generar un estilo de vida saludable, que te facilite SER en plenitud.