Menopausia: Cómo afrontarla y disminuir sus síntomas
La menopausia es un proceso biológico natural. A pesar de que termina la fertilidad, puede mantenerse saludable, vital y sexual. Algunas mujeres se sienten aliviadas porque ya no tienen que preocuparse por el embarazo.
En los meses o años previos a la menopausia (perimenopausia), puede experimentar estos signos y síntomas:
- Períodos irregulares
- Sequedad vaginal
- Sofocos
- Sudores nocturnos
- Problemas del sueño
- Cambios de humor
- Aumento de peso y metabolismo ralentizado
- Adelgazamiento del cabello y la piel seca
- La pérdida de la plenitud de mama
- Es posible, pero muy inusual, la menstruación todos los meses hasta su último período. Lo más probable es que experimentarás alguna irregularidad en la menstruación.
Después de la menopausia, el riesgo de ciertos problemas médicos aumenta. Algunos ejemplos son:
Para determinar si se debe recomendar algún tratamiento, se debe establecer en qué etapa se encuentra la mujer y cuál es la sintomatología específica que está padeciendo. Además, es fundamental tener en cuenta la percepción de la calidad de vida de la propia mujer, así como sus preferencias.
Hábitos de vida saludable en la menopausia
Fomentar que las mujeres adopten hábitos de vida saludable a través de una alimentación adecuada, la practica de ejercicio y la supresión de hábitos tóxicos, constituye una de las mejores formas de prevención.
- Dieta y alimentación en la menopausia: La menopausia se acompaña de una tendencia al incremento de peso y cambio en la distribución de la grasa. Es aconsejable limitar el consumo de grasas a menos de un 30 % del total de calorías y enriquecer la dieta en pescado (azul y blanco), ya que nos aporta ácidos grasos esenciales omega 3, útiles en la prevención de algunas enfermedades cardiovasculares.
- Ejercicio físico: Tras la menopausia se produce una rápida pérdida de masa ósea y también una pérdida de masa muscular. La práctica regular de una actividad física en una mujer menopáusica puede resultar muy beneficiosa, ya que favorece el sistema circulatorio y el sistema músculo esquelético. El ejercicio mantiene la elasticidad de los músculos, mejora la coordinación y movilidad contribuye a la quema de calorías y mantenimiento del peso, mejora la hipertensión y los niveles de colesterol y tiene efectos psicológicos beneficiosos.
- Eliminar hábitos tóxicos: El café, bebidas carbonatadas, alcohol y tabaco contribuyen al aumento de riesgo de osteoporosis y enfermedades cardiovasculares, por lo que se recomienda evitar su consumo.
- Sueño: Los trastornos del sueño son una de las quejas más comunes en la menopausia. Se sabe que el paso del tiempo afecta tanto la calidad como la cantidad de sueño, aunque no todas las modificaciones pueden atribuirse a la edad ya que también intervienen factores psicosociales y patológicos.
- Diabetes y la menopausia: Las constantes variaciones hormonales que identifican a la menopausia, logran desequilibrar el control de la glucosa que se haya logrado a través de hábitos nutricionales, ejercicio y control médico, en años pasados. Sobre todo porque al llegar a esta etapa las mujeres que hayan llevado una vida sedentaria suelen presentar más problemas de humor, de alimentación y de ejercicio.
Por ese motivo se recomienda una vida activa de acuerdo al estilo de vida de cada mujer, ya que al llegar a la menopausia muchas de ellas, no solo desarrollan diabetes, sino, otras enfermedades como hipertensión arterial y obesidad.