Ser hombre no es una tarea sencilla. El siglo XXI ha re-definido lo masculino y plantea nuevos retos que pueden llegar a ser confusos, además de nuevos roles agotadores. Así, los roles sociales no son ya una definición de qué nos hace hombre o mujeres, sino las cualidades internas y la madurez con la que respondemos ante las situaciones.
Aquí te presentamos 4 cualidades características de un verdadero hombre:
1. Los hombres responden.
La mayoría de los hombres, aunque siempre existen las excepciones, no piensan en cómo sus palabras y acciones afectan a los demás. Un hombre que dice palabras hirientes a su pareja sin pensarlo, o que insulta a sus hijos. Alguien que se mete en peleas para probar algo. Alguien que saca de su ego en lugar de su corazón. Esa persona es un niño. Para ser un hombre se necesita disciplina, paciencia y madurez. Una respuesta requiere pensamiento y reflexión. Una reacción es instintiva. Los niños reaccionan. Los hombres responden.
2. Los hombres miran hacia adentro primero.
Los hombres están dispuestos a examinar sus defectos. Practican la transparencia y no están a la defensiva. Expresan lo que sienten. No tratan de ser alguien que no son. Enfrentan las confrontaciones reconociendo y asumiendo la responsabilidad y la toma de decisiones.
3. Los hombres luchan por una causa.
Vale la pena luchar. No tiene que ser para acabar con el hambre mundial. Puede ser para salvar un matrimonio. Expresarse a través del arte. Ser una mejor versión de sí mismo. Por algo en lo que se cree, incluso si otros no lo hacen. Los niños deconstruyen. Los hombres construyen.
4. Los hombres toman acciones.
Los niños se quejan. El hábito de quejarse y no controlar el temperamento denota la incapacidad para manejar las emociones, como la frustración, la ira y el enojo.
Muchos hombres hablan de cambio. De querer «arreglar» su relación. Perder peso. Ser un mejor padre. Dejar de beber o fumar. Pero sólo unos pocos toman acción y deciden «escalar esa montaña». Realizar cambios requiere de una gran fuerza de voluntad y un esfuerzo constante. Requiere de caer y tener la fuerza para volverse a levantar.
Piensa en los hombre que conoces. Amigos. Padres. Tíos. Hermanos. Entrenadores. Novios. Maridos. ¿Cuántos poseen las cuatro? Si lo hacen, ¡reconócelos! Porque necesitamos más de ellos en este mundo.